A veces, creemos estar convencidos sobre que todo lo que vemos es lo que es, pero a veces, deberíamos tener más en cuenta el punto de vista de los demás, no sólo cegarnos en que, nuestra opinión es la válida y como tal, no debemos tener en cuenta la de los demás, o no considerarla. Somos personas que no tenemos por qué seguir o pensar lo que todas las personas creen, el problema es, que cuando damos una opinión que no es acorde con la de nuestro alrededor se nos tacha de "raros", y al igual pasa no sólo con las opiniones o pensamientos, también con las aficiones, los gustos, las costumbres, las manías,... somos personas iguales, en igualdad de condiciones, pero a la vez muy distintas entre todos nosotros. Cada opinión es válida, aunque no estemos de acuerdo con ello, debemos aceptarla como una opinión más de una persona, y por lo tanto, que vale tanto como la nuestra.
El problema que encuentro es que, en esta sociedad, dónde por actuar o pensar de distinta manera se tacha de algo que realmente no se es, se tiene miedo de decir lo que uno, en verdad piensa, o quiere hacer. Tiene medio de que se le designe como diferente a una sociedad que actúa igual.
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