viernes, 20 de abril de 2018

IMPUTADAS TRES TRABAJADORAS...

Ayer estaba comiendo mientras veía las noticias, y una de ellas me sorprendió bastante. No sólo me sorprendió, también me entristeció, me enfadó y me avergonzó.
La noticia trataba de tres trabajadoras, que trabajan en Getafe, en un colegio de educación especial, y habían sido imputadas por malos tratos a un niño que tenía autismo.
Los padres del niño (Eduardo), dudaban sobre lo que podría ocurrir en el centro, ya que el niño era muy alegre, y que, aunque como todos los niños con autismo había ciertas conductas agresivas, últimamente el pequeño mostraba signos de ansiedad, tenía múltiples rabietas y estaba muy agresivo, no quería acudir al centro y temía a los médicos. Por todo esto, sus padres, decidieron colocarle una grabadora en la ropa. Después de escuchar las grabaciones, los padres se dieron cuenta de que, el pequeño, estaba sufriendo malos tratos, en concreto por la auxiliar de enfermería, la tutora del niño, y el personal encargado del comedor.
Amenazaban a Eduardo con pincharle si se portaba mal y de tirarle agua. Se burlaban de él por su forma de comunicación  (ecolalias).
Centro escolar "Santiago Ramón y Cajal"
A los pocos días el niño es ingresado en el hospital Niño Jesús, donde tuvo que tomar medicación, ya que tenía cambios de comportamiento, acompañado de autolesiones.

Me da pena esta situación, pena de que exista gente que pueda tratar a los niños como objetos sin sentimientos. No se imaginan el daño que pueden hacer a un niño, pudiendo marcar su vida por completo, y más, en niños con autismo, que como ya sabemos, ven el mundo de otra manera.
El problema de esto es que, se puede llegar a juzgar a los demás profesores, simplemente por el trato de uno, considerando a todos como iguales. Sin embargo, en este tema, la experiencia, el estudio,... se queda atrás, aquí lo que vemos no tiene nada que ver con la profesión, vemos maldad. Hay que estar lleno de maldad para poder tratar a un pequeño así, a un niño o a quien sea.
¿Qué necesidad hay de hacer eso al niño? ¿para pasar un rato gracioso?, vergüenza me da. Ellas se divirtieron mucho, mientras que el pobre niño veía su vida como se decaía.

Por suerte, el pequeño tiene otro colegio, donde espero que se le traten como él merece, como él y todos los niños merecen. Y, aunque pueda sonar muy fuerte, espero que a esas trabajadoras, no las vuelvan a contratar para trabajar con niños, porque no se merecen el amor que estos niños las pueden dar.

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